
Escrito Rosa Membreño
Como una hora después de haber llegado a La Trinidad, Estelí, al mediodía de ayer sábado, en ocasión del segundo duelo de la serie semifinal de la Copa Curacao Movistar de Baloncesto 2015, entre los locales, Jaguares de San Antonio, y Pumas Seguridad, pude darme cuenta, que no solo el olor a pan se respira en dicho Municipio, sino también a baloncesto.
A esa hora, por la carretera Panamericana, una barata anunciaba a todo millón el juego de basquet e invitaba a la población a asistir y apoyar a su equipo local, un práctica que debería imitarse y tomarse como una inversión y no como un gasto, tomando en cuenta, que la gente no está obligada a saberlo todo, sino que hay que recordárselo.
La barata anunciaba que el valor de la entrada al Centro Recreativo Oyanka, sede del encuentro, era de 20 córdobas.
Y poco a poco las horas pasaron, en medio calor intenso, pero quizás menos que el de la capital.
Finalmente la hora llegó, y a eso de las seis de la tarde junto a la colega triniteña Velkys Urrutia me trasladé al populoso Centro Recreativo, ocupado no solo para baloncesto, según dice la población, donde la gente ya hacía fila para entrar al encuentro deportivo.
El Centro Recreativo Oyanka es un gimnasio amplio y pintado de color verde en la parte externa, y en la interna un llamativo mural verde, con figuras pintadas, pero con un sistema de luces insuficiente.
A esa hora, dentro del sitio ya habían algunos aficionados, que una vez iniciado el partido, iban llegando más, y aunque no lograron abarrotar el local, el bullicio era ensordecedor.
Niños, jóvenes, adultos e incluso abuelitos, varios con botella de agua en mano por el sofocante calor, no querían perderse el espectáculo y una vez iniciado el juego, no dejaron de animar a su equipo, sus palmas y su voz eran su mejor arma.
Y así transcurrieron los segundos y los minutos, y pese al calor asfixiante la gente no dejaba de gritar a todo pulmón, ni tampoco dejaba de aplaudir, ni de saltar desde las gradas por sus Jaguares, que poco a poco eran devorados por los Pumas 90-72, para poner taco a taco la serie semifinal 1-1.
“Toca felicitar al equipo Pumas Seguridad por tremendo juego, ya que sólo tuvo una cara el partido, hoy tocó perder pero esto no sé termina hasta que se termina, ahora nos toca a nosotros contrarrestar la embestida que nos dieron hoy en la cancha, la verdad hay que pasar la página y enfocarse mejor para el siguiente juego, antes de finalizar quiero darles las gracias a la barra que estuvo apoyando a nuestro equipo y pues ni modo ese apoyo no fue retribuido”, escribió en su cuenta de Facebook, Armando Martínez, uno de los principales jugadores del quinteto Jaguares.
Lo cierto es que en La Trinidad, rodeada por varios cerros, entre ellos La Mocuana, y llamada también la Ciudad del Pan, ya que su actividad comercial principal es la producción de pan, se vive la fiebre del baloncesto, una disciplina, que llama la atención a niños y niñas en todo el país, pero que no cuenta con los suficientes recursos para su práctica, eso sumado a la división dirigencial.



