Escrito por Rosa Membreño
Fue a los 11 años, cuando el basquebolista pinolero Carlos Alberto González Leiva, conocido cariñosamente como “El Pollo” tuvo su primer contacto con el baloncesto, sin imaginar que años más tarde forjaría una respetada carrera como armador de la Selección Nacional de Baloncesto, por su carisma, velocidad, pasión y entrega en el juego, que a sus 35 años aún mantiene.
González, originario de Managua, recuerda que su historia inició en 1991, en el parque Luis Alfonso Velásquez Flores cuando conoció al entrenador nicaragüense Flavio Moreno, radicado actualmente en Estados Unidos.
“Apenas tenía 11 años, según yo iba a estudiar a la biblioteca del parque Luis Alfonso Velásquez con unos compañeritos de clase cuando vi al entrenador Flavio, enseñar baloncesto a niños y niñas y me invitó a practicar”, confesó Carlos, nacido el 2 de enero de 1980.
Para entonces, como todo niño, lleno de energía y soñador, “El Pollo”, jugaba varios deportes, entre ellos el futbol, sin embargo, cuando conoció al baloncesto se enamoró.
“Me decidí por el baloncesto porque sentía un poco más de pasión por este juego, me empezó a gustar más que otros, me sentía bien, me divertía y trataba de hacer lo mejor cada día”, agregó “El Pollo”.
El aprendizaje adquirido con Moreno durante un año, fue la base para que Carlos participara en las ligas de baloncesto colegial y con el tiempo en las ligas del parque Luis Alfonso Velásquez Flores y en Primera División, ganándose la admiración, respeto y cariño de los aficionados, por su chispa y talento nato, que hasta ahora nadie ha podido igualar.
Carlos, quien representó al país por vez primera como juvenil en Guatemala, asegura que su rendimiento como atleta ha sido jugar con la misma pasión y entrega, como cuando tenía 11 añitos.
“Es por la pasión, dedicación, la práctica diaria y solo descanso los domingos”, expresa el jugador quien mide 1.66 metros y que desde el 2001 hasta la fecha, ha integrado la Selección Nacional Mayor de Baloncesto.

INESPERADO
González proviene de una familia que ama el deporte, pero nunca nadie llegó a los niveles que él alcanzó.
“No tenía idea de que Dios tenía preparado esto para mi futuro y se lo agradezco porque crecí en un ambiente de deporte, alejado de los vicios”, expresa González, quien ha sido operado de dos hernias y de la nariz.
La carrera de Carlos ha sido intensa y está plagada de varios momentos que nunca olvidará, que pero hay uno, que vivirá con él hasta el final de su existencia y brillará en su pecho tras colgarse la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos en Panamá en 2010
“La medalla de oro es la que marcó mi vida, es lo máximo que puede conquistar. Fue un momento increíble, era como un sueño para todos pero era cierto, fue una unión de jugadores, todos con un propósito y un objetivo, todos hicieron su trabajo para poner el nombre de Nicaragua en alto.”, expresa emocionado el basquebolista.
“El Pollo”, quien se coronó con el onceno de Parmalat en el futbol de Segunda División, asegura que le hubiera gustado, al igual que sus compañeros de equipo, haber participado más joven en el Torneo Campeonato de Campeones de Clubes de Centroamérica y Liga de Las Américas, que disputó el año pasado y a inicios de este en Guatemala y Brasil, respectivamente, en donde Nicaragua participaba por vez primera.
SUS OTRAS FACETAS
El baloncesto no solo le permitió a Carlos estudiar Administración de Empresas, hasta segundo año, sino también invertir en un negocio propio.
“Tengo un negocio de taxis, en un inicio trabajé como taxista, pero ahora doy a trabajarlos, la idea es crecer en este negocio”, afirmó González.
Fue a los 19 años, que Carlos se convirtió en padre de familia. Sus hijas son Dayana y Alexa, de 16 y 13 años, y aunque les gusta el basquet, ha tratado de apartarlas.
“Mi sueño es que estudien, que se sepan defenderse en la vida. La vida de un atleta no es fácil”, dice Carlos.

SUEÑO INMEDIATO
Como todo en la vida tiene un final, Carlos está consciente que un día colgará sus “tenis”, pero aún tiene un sueño por cumplir.
“Esto es un juego y un día va a llegar a su fin, no porque a uno le deje de gustar, sino porque la edad a uno lo va mermando, por eso trato de disfrutar lo más que se pueda. Si no me pasa ningún tipo de lesión siento que estaría en buena forma para participar en los Juegos Centroamericanos en el 2017 en Nicaragua, no se si me darán la oportunidad, pero si me gustaría, a lo mejor sería el último ”, asegura el jugador.
“Toda mi vida le he dedicado al baloncesto, jugar y velar por la formación de mis hijas es lo mejor que hago, el baloncesto me ha llenado mi vida de alegrías y si volviera a nacer lo volvería a jugar”, finalizó Carlos, a quien le gustaría ser entrenador para compartir sus conocimientos con los niños.

BASTANTE CORAZÓN
Carlos González dice que para ser un buen armador se necesita “bastante corazón, deseo, coraje y sobre todo darlo todo en la cancha”.
Y cuando se le consultó sobre el panorama de armadores pinoleros con miras al futuro señaló que: “Hay varios muchachos, solo hay que darle la oportunidad de que jueguen para que puedan demostrar de que pueden estar al nivel de nosotros o superarlo, pero para eso se necesitan tener academias, hay buenos jugadores de mi posición”.
AMADO
A diferencia de otros atletas, Carlos González asegura sentirse amado por la afición “Siento que desde pequeñito la gente me tomó mucho cariño”, dice con su voz peculiar.
UN ÁNGEL
La familia de Carlos González está compuesta por sus padres Argentina Leiva, Carlos González (q.e.p.d.) y su hermana Sayli González (33 años).
“Mi padre murió cuando estaba pequeñito, estaba un poco preparado porque él ya estaba enfermo, me afectó su muerte. Me hubiera gustado que él viera todo lo que soy ahora. Dios se encargó de llenar ese vacío con mi mamá porque siempre estuvo al pendiente de mí, me dio estudios, me dio cariño”, expresó el pinolero.

LAS ACADEMIAS
Carlos González, asegura que es necesario que quien esté al frente de la Federación Nicaragüense de Baloncesto: “Debe trabajar por el basquetbol, crear academias así como hace el beisbol y el futbol, para que este deporte pueda crecer”.
LOS MEJORES DE SU GENERACIÓN
Armador nica más fuerte: Jasser Jiménez
Adversarios nicas más duros: Noel Mackenzie, Alvin Camacho, Edwin Waters, Jairo Hernández, Cristian Esquivel y más.
Mejor Jugador Extranjero: Jason Walters
Mejor Campeonato: En el 2004, cuando Unival ganó a Tiburones.
Mejores jugadores: “Hay muchos buenos jugadores, pero para mí y mis compañeros seremos siempre los mejores los que ganamos la medalla de oro en Panamá”, dice Carlos González.
AHORA
Actualmente, Carlos González milita con el equipo de Sinsa Valentis, en el Torneo Nacional de Baloncesto “Carlos Ulloa In Memoriam”, y se alista para en junio, participar en la Liga Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB), con los Leones de la Alcaldía de Managua, con los que se coronó campeón el año pasado.

Este Reportaje se publicó en el Periódico HOY http://www.hoy.com.ni/2015/05/17/la-sazon-del-pollo/