Escrito por Rosa Membreño
Martha Elena González Santos nunca pensó que una mala jugada de un compañero de trabajo, la obligaría a incursionar en el mundo del boxeo por necesidad. Pero desde hace 20 años, ese trabajo que realiza, se ha convertido en una pasión más que en un modo de sobrevivir.
Desde muy pequeña, González fue una niña aplicada en sus estudios y en medio de muchas dificultades económicas, cursó primaria y aunque quiso terminar la secundaria, solo pudo llegar hasta cuarto año.
Pero con la ayuda de sus padres Orlando González (q.e.p.d.) y Sara Medrano (68 años), quienes procrearon seis hijos más, dos de los cuales ya fallecieron, también estudió las carreras técnicas de Secretariado y Contabilidad Comercial, que desempeñó por un tiempo.
Por la escasez de trabajo y la necesidad de salir adelante en la vida, llegó a instalar un tramo en el populoso mercado Oriental, en donde vendía entre otras cosas, ropa, zapatos y perfumes.
Sin embargo, un día, el coordinador del tramo, cuyo nombre fue omitido, desapareció con más de 30 mil córdobas, provocando no solamente que ella debiera asumir esa deuda, sino también el cierre del negocio.
“La deuda fue de más de 30 mil córdobas. Como yo era buena paga, el banco me dijo que pagara como pudiera, ya que no era cosa mía. Gracias a Dios salí adelante y fue cuando mi esposo (Enrique Martínez), me dijo que en el gimnasio de boxeo necesitaba a alguien que le ayudara con los púgiles, que llevara el tiempo en la peleas y fue así como inicié en el boxeo”, recuerda Martha, quien nació el 30 de marzo de 1959 en la capital.
PRIMEROS PASOS
Precisamente fue a la edad de 33 años, que Martha irrumpe en el boxeo y empieza a dar los primeros pasos que ahora la consagran como la primera mujer Juez de Tiempo, no solo de Nicaragua, también en Centroamérica.
“Yo tenía varios muchachos que me ayudaban en el gimnasio, pero se me perdían guantes, guanteletas y decidí retirarlos a ellos y le propuse a mi esposa Martha que me ayudara. Ella me llevaba el tiempo y daba instrucción como entrenadora. Los boxeadores decían que ella, era una mujer fuerte a la hora de entrenarlos y que eso les gustaba”, recuerda su esposo, Enrique ‘Polvorita’ Martínez.
Pero como todo inicio, para Martha no fue nada fácil, tuvo que aguantar regaños por parte de su esposo, que ahora agradece.
“Al comienzo me daba mucho nervio porque llevar un tiempo así no más, mi esposo me regañaba mucho, era bien exigente conmigo pero es que, un error en el tiempo la ‘paseo’ en la pelea, hoy agradezco su exigencia porque eso me ayudó a mejorar mi trabajo cada día. También doy terapias, masajes, de todo un poco le he hecho a la vida. Pero me he quedado por el boxeo, siento que he ayudado a juventud a salir adelante para que no ande en las vagancias”, comenta la Juez de Tiempo.
SU FUNCIÓN
El Juez de Tiempo es la persona encargada de indicar con un toque de campana al principio y al final después de cada asalto y de ordenar haciendo sonar un silbato, la salida del cuadrilátero, de los auxiliares de los boxeadores, diez segundos antes de comenzar el asalto. Deberá usar para sus funciones un cronómetro, aprobado por la Comisión Nicaragüense de Boxeo Profesional (Conibop). Estará sentado en la primera fila de la zona técnica, junto al anunciador o en los lugares que la Conibop designe para los encuentros.
SIN SALARIO FIJO
Martha cuenta que la vida en el boxeo es difícil porque no hay un salario fijo, lo cual dice debería mejorar.
“Nos pagan igual a todos. Yo gano por cartelera de boxeo, no todo el tiempo es el mismo salario. Cuando hay campeonato mundiales se ganan hasta 500 pesos, y lo menos que se gana son 200 córdobas en el boxeo profesional y en el amateur, ahí también varía el salario. Es algo que debería de mejorarse creo para el bien de todos”, apunta Martha, quien tiene tres hijos y tres nietos.
El trabajo le ha permitido a González conocer a varios de los campeones mundiales de diversas partes del mundo como Ricardo ‘El Finito’ López, Roberto Durán, entre otros, pero hubo uno que marcó su vida.
“Alexis (Argüello) me quería mucho. Siempre fue una muy buena persona, fue una gran pérdida. Cuando me dijeron la noticia de su fallecimiento me sentí tan triste, tan golpeada. Siempre apoyó mi trabajo”, recuerda González.
“Me siento afortunada de ver también coronarse a varios nicas como Juan Palacios, José Alfaro, Rosendo Álvarez, Román González, porque yo los vi desde chiquitos, he visto su esfuerzo, ellos son una semilla para el país. Saber que aporto al país con mi trabajo, me llena de orgullo”, añadió Martha.
Este Reportaje se publicó en el Periódico HOY http://www.hoy.com.ni/2012/08/11/artha-elena-gonz%C3%A1lez-santos-nunca-pens%C3%B3-que-una-mala/